La Parábola de la Lámpara y el Almud

Esta parábola nos habla sobre la voluntad de Cristo de que demos continuidad a su trabajo; enseñándonos que todo lo que nos revela, nos muestra o nos manifiesta acerca de su Palabra, su voluntad y su carácter es para que nosotros lo compartamos a otros, tanto a los de la congregación como a los no-creyentes, con el propósito de que ellos glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos.

«Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.» – Mateo 5:15

No se enciende una luz para esconderla, sino para ponerla en lo alto y alumbrar a otros. Que Dios te manifieste su multiforme gracia no es para que te escondas u ocultes en la cotidianidad o en la vanidad de la vida sino para que otros vean la obra de Cristo en ti y glorifiquen a Dios por ello.

Puntos Clave de la Predicación

Somos llamados a dar CONTINUIDAD a la obra de Cristo en la Tierra.
Como cristianos, tenemos la RESPONSABILIDAD de ser luz a otros.
Como congregación, debemos buscar la UNIDAD para alumbrar al mundo.
El PROPÓSITO de ser luz es que sean manifiestas las buenas obras para dar gloria a Dios.
Al hacerlo, experimentaremos un CRECIMIENTO en entendimiento, conocimiento y revelación.