Esta Parábola habla sobre la espera en el cumplimiento de la bendita promesa de que Cristo vendrá por su iglesia, dejando muy en claro que nadie sabe ni el día ni la hora en que volverá pero mientras vuelve, nos debe hallar trabajando en su obra. Esto no es imposible de realizar si entendemos que la fidelidad a Dios viene del corazón y, cuando un corazón ama a Dios, está dispuesto a trabajar para Él.
“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes”. -Mateo 25:14
La Parábola nos muestra el actuar de tres hombres a los que les fue encomendada una responsabilidad (conforme a sus capacidades) sobre los bienes de su señor, dos de ellos querían agradarle así que trabajaron para Él; el tercero en cambio, tomó la salida fácil difamando a su señor y recibiéndole con acusaciones, pretextos, mentiras y calumnias. ¿Con cuál de los hombres te identificas?
¿Sabías qué, en la antigüedad, cuando un hombre salía lejos, no se sabía cuándo cuándo iba a regresar? Las vicisitudes en el camino como las condiciones climáticas, los asaltantes o la distancia geográfica hacían casi imposible calcular el día de su retorno.
“Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos”. – Mateo 25:19
Por eso, el Señor Jesús eligió esta referencia sobre el día de su Venida; a nadie le ha sido revelado el momento exacto, pero es un hecho indiscutible que Él vendrá.
“Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo”. – Marcos 13:33
El pasaje menciona a tres siervos a los que les fueron encomendados cinco talentos, dos talentos y un talento respectivamente. Al hacer cuentas con los dos primeros, su señor les llamó buenos y fieles, no por las ganancias que hayan obtenido para él, sino porque conocía sus corazones y su anhelo por agradarle; mientras que al tercero de ellos, lo llamo malo y negligente, porque quiso justificar su actuar delante de su señor.
“Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”. – Mateo 25:30
Aunque parezca obvio, un siervo que no sirve es un siervo inútil. Como cristianos, no podemos dar por sentada tal reprobación delante de nuestro Señor; lo que se espera es que cada uno de nosotros hagamos lo que nos corresponde aguardando la Venida del Cordero de Dios, teniendo nuestra vida a cuentas con el Señor y trabajando para Él, empleando los dones y talentos que nos ha dado para su servicio. Dios quiere que le seamos fieles.
“Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. – Mateo 24:44
Puntos Clave de la Predicación
- No hay impedimentos ni excusas para no trabajar en la obra del Señor. Quien no trabaja es porque no le ama.
- Conforme a nuestras capacidades, el Señor nos ha puesto como administradores de dones y talentos para la gloria de su Nombre.
- El verdadero creyente es aquél que tiene puesta su mirada en la Venida del Señor Jesús.
La Parábola de los Talentos
Serie: Las Parábolas de Jesús (2a Parte)
Lección: 9/10
Fecha: Octubre 17, 2021
Pasaje Central: Mateo 25:14-30
Otros Versículos: Mateo 24:3-6 | Marcos 13:4 | Marcos 13:32-35 | Lucas 14:28-30 | Éxodo 25:31-40 | Mateo 24:44
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