Esta Parábola nos permite conocer la justicia de Dios y cómo, siendo incomprensible para la mente humana, nos brinda todo por amor, gracia y misericordia conforme a su soberanía; de tal modo que, siendo obreros en la viña del Señor, da a cada cual lo que Él considera justo.
El pago por nuestros actos indiscutiblemente sería la muerte pero, por su bondad, nos ha dado vida a través de su Hijo Unigénito.
“Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña” – Mateo 20:1
¿Qué tan a menudo te sientes utilizado por otros? ¿Te han defraudado? ¿Han jugado con tus intereses? ¿Han recibido el crédito por algo que tú trabajaste con esfuerzo y dedicación? Resulta que la balanza de la justicia humana nunca está bien calibrada y desafortunadamente ese tipo de actos orillan al hombre a la búsqueda (con razonamientos personales) de la equidad, sin considerar la destrucción que esto deja a su paso.
A Dios gracias que su justicia no necesita ser entendida por mentes humanas. La justicia de Dios, ejecutada conforme a su voluntad, resulta en bondad y misericordia a nuestro favor; lo que Dios ha considerado justo es que recibamos su amor aún sin merecerlo. Así pues, Dios ejerce su soberanía y no tenemos derecho a decidir ni opinar sobre sus juicios.
“¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?” – Mateo 20:15
Hay un especial mensaje para ti, que no conoces del amor de Dios: la salvación no se obtiene por lo que hagas o dejes de hacer, únicamente es posible por la gracia de Dios mediante el sacrificio del Señor Jesucristo en la cruz y hoy es ese día en el que Él te quiere salvar y te quiere dar el precioso regalo del arrepentimiento (escríbenos por WhatsApp 5533331922 para recibir más información al respecto).
“… he aquí ahora el día de salvación”. – 2 Corintios 6:2b
Si tú ya has creído en el Señor, hoy te exhortamos a seguir confiando en su Palabra y en su justicia; obra todo conforme a la voluntad de Dios, haciéndolo para Él y no para los demás ni por recibir un galardón mayor. No te desanimes ni desanimes a otros por cómo Dios manifiesta su misericordia en ellos; por el contrario, agradece a Dios y ayuda a otros a seguir en el Evangelio.
A ti que has abierto recientemente tu corazón al Señor, te animamos a confiar en su bondad, misericordia y fidelidad sabiendo que la recompensa viene de Dios y no de los hombres; no permitas que los juicios, las palabras, las actitudes ni el menosprecio de otras personas te desalienten y te roben la pasión por servirle con todo tu corazón.
Y si tú ya has creído en Dios pero te encuentras “desocupado en su obra” (es decir: sin utilidad, inactivo u ocioso), te queremos decir que Dios te está llamando a servirle sin importar tu edad, escolaridad o condición socioeconómica. Si el Señor te llama, levántate y trabaja en su viña.
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. – 1 Corintios 15:58
Puntos Clave de la Predicación
- LA JUSTICIA DE DIOS sobrepasa todo entendimiento.
- El propósito de LA BONDAD DE DIOS es acercarnos amorosamente a Él.
- LA SOBERANÍA DE DIOS es perfecta, indiscutible e incuestionable.
- Pidamos al Señor que limpie nuestro corazón de toda ENVIDIA y habladurías, para que podamos ser dignos obreros de su viña.
La Parábola de los Obreros de la Viña
Serie: Las Parábolas de Jesús (2a Parte)
Lección: 7/10
Fecha: Octubre 3, 2021
Pasaje Central: Mateo 20:1-16
Otros Versículos: Mateo 19:16-30 | Números 23:19 | Éxodo 33:19 | 2 Corintios 6:2 | 1 Corintios 15:57-58
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