Tómate un tiempo y reflexiona: ¿Actúas como una cristiana verdadera?, detente y analiza cómo vives. ¿Se puede llamar a tu forma de vivir: Cristianismo?
En Santiago 1:22 la biblia dice:
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. “
Es fácil perderte en una santidad exagerada y extrema. Es fácil creerte mejor que las demás personas cuando conoces la palabra de Dios. Poner en práctica tu aprendizaje es vital. Eres responsable de ser hacedora de las enseñanzas de la biblia.
Estas palabras son profundas:
Puedes conocer la palabra de Dios, pero eso no significa que seas cristiano. De qué te sirve conocer la palabra cuando no la vives. De qué te sirve saber que está mal juzgar cuando juzgas.
¿Qué significa hacer la palabra de Dios?
Dos cosas: entenderla y practicarla.
Primero, entender que la biblia proviene de Dios. Él te manda a vivir de cierta forma y las instrucciones están en la biblia. Es Dios hablando, no es el invento de hombres.
Segundo, es insuficiente conocerlo. Debes ponerlo en práctica, en la mañana, tarde y noche. Con tu familia, amigos y desconocidos. En resumen, vivirlo en todo momento y con todas las personas.
Sólo cuando estás comprometida con Dios, puedes pedirles a otros que se comprometan. Tu vida es el ejemplo de Dios actuando. Es una estrella que ilumina la oscuridad. Tu vida muestra tu confianza en su palabra. Cuando vives como una cristiana transmites a los demás tu ejemplo de vida.
¿Cumples con lo que Dios pide de ti?, ¿Te preocupa lo que Dios espera de ti?, Las ordenanzas de Dios ¿son importantes para tu vida?, Tu compromiso con Dios ¿es en serio?
Vivimos en un mundo acelerado. Un mundo lleno de compromisos. Un trabajo con fechas límite. Una vida llena de horarios esperando por ser cumplidos. Cuentas de banco que pagar. Vivimos una rutina que parece una carrera, haciendo mucho en poco tiempo. Un mundo incierto, un mundo que cambia cada 5 minutos.
Es fácil perder el camino en un mundo así. Es fácil creer que con llevar una vida espiritual superficial es suficiente. Engañarte creyendo que eres distinta a los demás por conocer la biblia.
Vivir como Dios pide es un gran deber.
Ser una cristiana es un compromiso, es como una jarra: no llenas una jarra con agua para que se quede llena; la llenas para servirle a los demás, para compartir, para calmar la sed de otros. Dios quiere verte practicar tus conocimientos conforme a su palabra.
Tu propósito es ser un hacedor de la palabra de Dios. Ser un hacedor verdadero para contagiar la bendición de Dios. La bendición de tenerlo en tu vida.
Ejercítate todos los días para llegar a la meta… la vida eterna a lado de Dios. Una eternidad junto a nuestro Padre amado.