Una persona de forma anónima realizó esta pregunta: Cuando mueres, ¿te vas a la presencia de Dios o qué sucede? y estamos seguros de que en algún momento ha pasado por tu cabeza el mismo cuestionamiento. Aquí su respuesta:
Para saber con toda claridad qué sucede después de la muerte, lo primero que tenemos que hacer es sentar algunas bases bíblicas.
En primer lugar, habría que precisar que el hombre es un espíritu, qué tiene un alma y que habita en un cuerpo, o por decirlo de otra manera nosotros no solo somos carne o cuerpo. Somos espíritu, alma y cuerpo; así se desprende de 1 Tesalonicenses 5:23, en donde nos damos cuenta lo que es todo nuestro ser.
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
Cuando Dios creó al hombre lo hizo del polvo de la tierra, pero no fue un ser viviente sino hasta el momento en que Dios sopló aliento de vida ‘pneuma’, para que se convirtiera en un ser viviente.
Estas ideas primarias hacen ver que el hombre tiene una parte material (cuerpo), y una parte inmaterial (espíritu y alma), y que son perfectamente identificadas por las Escrituras y qué pueden separarse. Génesis 2:7
Así las cosas, la muerte no es un concepto alejado de estas ideas, pues la muerte es precisamente la separación.
Así, hay 3 tipos de muerte:
LOS 3 TIPOS DE MUERTE
- Muerte física, que es cuando el espíritu y el alma, se separan del cuerpo.
- Muerte espiritual, qué consiste en la separación del espíritu del hombre respecto del Espíritu de Dios. Por lo que cuando el hombre no tiene el Espíritu de Dios en su ser, el hombre está muerto espiritualmente, está separado de Dios, Efesios 2:1-2 y Colosenses 2:13. Y la
- Muerte eterna, significa que el hombre estará eternamente separado de Dios.
Así que la muerte física consiste en que el espíritu y el alma del hombre se separan del cuerpo.
La pregunta pertinente es ¿qué pasa con cada parte, la parte material y la parte inmaterial de nuestro ser cuando morimos?
Pues bien, la parte material se queda aquí en la tierra, lo que se sepulta o muere es el cuerpo sin vida, polvo, como antes que Dios soplará el aliento de vida en Adán. Debiendo tomar en cuenta que la palabra qué se traduce como “aliento”, es el vocablo ‘pneuma’, y lo mismo se traduce como espíritu o alma.
La segunda parte que debemos precisar es si la persona que muere es creyente o no.
En caso de que la persona sea cristiana, el espíritu del hombre se separa del cuerpo y se va inmediatamente a la presencia de Dios, la cual será personal, continua y consiente de tal forma que no hay ninguna interrupción de existencia.
Existe un texto en la Biblia en Lucas 16:19-31, que se conoce como la historia del Rico y Lázaro; que muchos creen que es una parábola, pero no es así. Es una historia que nos muestra que existe un lugar en el Hades (griego), o Seol (hebreo), que se conoce como el lugar de los muertos y en donde el rico al morir sin ser creyente su alma se fue al lugar de tormento y dice la Biblia que estando ahí alzó sus ojos y vio a lo lejos a Abraham y vio a Lázaro en el Seno de Abraham y le pidió a Abraham que enviara a Lázaro para que con la punta de su dedo mojada en agua refrescara la lengua del hombre rico. Abraham le contestó que ahora Lázaro estaba siendo consolado en el Seno de Abraham.
Este pasaje nos muestra que los creyentes van de manera consciente y continua a la presencia de Dios directamente. Así como el alma de los incrédulos va al lugar de tormento, ambos a esperar la resurrección de los cuerpos, unos para vida eterna (1 Tesalonicenses 4:16), y otros para muerte eterna. Sin que exista ningún estado intermedio cómo se ha querido sostener y que denominan “el sueño del alma”.
También así se entiende del pasaje de Lucas 23:39-43, en el cual se describe el diálogo entre Jesús y uno de los malhechores que se arrepintió y declaró que Cristo es Dios, al reprochar el otro malhechor ¿Ni aún temes a Dios, estando en la misma condenación? Y agrega una confesión explícita de reconocimiento del poder y del Reino de Dios al pedirle a Jesús, Acuérdate de mi cuando vengas en tu reino.
La respuesta de Jesús para este hombre creyente lleno de fe y confianza en aquel que era capaz de llevarlo a su Reino, fue contundente, –“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”– (Traducción del v.43 de la Reina Valera).
Algunos comentaristas argumentan para sostener un estado intermedio o sueño del alma que, de acuerdo, a otras versiones, por ejemplo, la Biblia de las Américas que dice, En verdad te digo, -“hoy estarás conmigo en el paraíso”.- Sostienen que la puntuación es incorrecta y que Jesús lo que dijo es que se lo aseguro ese día, es decir: -“hoy te digo, que estarás conmigo en el paraíso”.-

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PREGUNTAS DIFÍCILES:
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Pastor, me gustó su nota, sin embargo, yo también me he hecho esa pregunta y aunque la respuesta que he recibido de muchos es la misma que la de usted, sigo teniendo algunas dudas:
¿Por qué Jesús le habría dicho al ladrón “hoy estarás conmigo” si Cristo tardaría al menos 43 días en subir con el Padre (3 en la muerte y 40 enseñándoles acerca del reino después de la resurrección)? Así que no fue “hoy”.
¿Por qué Jesús en repetidas ocasiones se refería a los muertos como “dormidos”?
Cuando Jesús resucitaba a los muertos (Lázaro, Tabita, ll hijo de la viuda, etc) a ellos, ¿los regresó de la presencia del Padre en el cielo para volver a meterlos a su cuerpo?